Felicidad en Panamá, deshielo con China: el acuerdo que EE.UU. podría hacer con CK Hutchison

Análisis

Fred Blaser

Co presidente

República Media Group

Estados Unidos aseguraría sus intereses comerciales en Panamá, al tiempo que gana la oportunidad de construir buenas relaciones con Beijing, a través de una acuerdo con CK Hutchison, un conglomerado de Hong Kong con estrechos vínculos con el gobierno chino, as como la matriz de Panama Ports Company.

En materia comercial, la carga asiática con destino a Estados Unidos tendría una garantía de trato justo mediante la supervisión de Panama Ports por un estadounidense designado en su junta directiva, tras la inversión de parte de un grupo nortaemricano en el operador de la terminal, que el año pasado manejó casi la mitad de los 5 millones de contenedores movidos en la zona del canal.

Una operación de gran impacto en el comercio estadounidense, las terminales de Panamá cargan los contenedores en buques de tamaño mediano que van a puertos de la costa del Pacífico de las Américas -incluidos Los Ángeles, San Francisco y Seattle- y de la costa atlántica, incluidos Nueva Orleans, Miami y Nueva York -después de transferir la carga traída por grandes buques desde Asia.

Es poco probable que Panama Ports en cualquier minuto le diera un trato prejuicioso a los Estados Unidos, como inventar razones de seguridad para retrasar la carga en respuesta a pedidos de Pekín, incluso sin supervisión.

Pero dada la importancia que tienen para Estados Unidos las operaciones de las terminales panameñas, más vale prevenir que curar.

En términos de diálogo, Estados Unidos podría conocer mejor la forma de pensar de Beijing, a través de una relación con CK Hutchison, cuyos ingresos anuales -equivalentes en los últimos años a casi la décima parte de la producción total de Hong Kong- la hacen importante para China.

Mientras tanto, sus principales accionistas y gerentes tienen mucho en común con los inversores e industriales estadounidenses.

Una de las personas más ricas del mundo, Victor Li es el presidente de CK Hutchison, con operaciones que incluyen telecomunicaciones, energía y venta minorista, así como administración de puertos, en China, Estados Unidos y Europa.

Dos de los directores de la compañía son occidentales: uno británico y otro canadiense.

De los ocho directores, cuatro asistieron a universidades en Occidente, incluidas Columbia, McGill y Stanford.

Este concepto de colaboración podría fracasar por varias razones, entre ellas, la presión de Beijing sobre CK Hutchison, a la que considera demasiado cercana a Estados Unidos mediante la gestión conjunta de Panama Ports.

En ese caso - el plan B.

Los inversores estadounidenses compran Panama Ports, que CK Hutchison les vendería, en lugar de entrar en una pelea con Estados Unidos.

De cualquier manera, Estados Unidos obtiene el control de las operaciones de la terminal, que es lo que desea.

Además, para el beneficio de todos los norteamericanos, Estados Unidos dejará de distanciarse de millones de sus vecinos del sur, al dejar de amenazar con invadir Panamá, lo que nunca iba a hacer, para apoderarse de un canal, que nunca ha hecho nada para perjudicar los intereses estadounidenses.

Happiness in Panama, thaw with China: the deal America can do with CK Hutchison

You're welcome, Donald

Analysis

Fred Blaser *

The United States would secure its commercial interests in Panama, while gaining an opportunity to improve relations with Beijing, through an alliance with CK Hutchison, a Hong Kong conglomerate with close ties to the Chinese government, and the parent of Panama Ports Company.

As far as commerce is concerned, cargo bound for the United States would have a guarantee of fair treatment through the oversight of Panama Ports by an American appointed to its board, following American investment in the terminal operator, which last year handled nearly half of the 5 million containers moved in the canal zone.

An operation with a big impact on American trade, Panama's terminals load cargo on mid-size ships going to ports on the Pacific Coast of the Americas - including Los Angeles, San Francisco and Seattle - and on the Atlantic Coast, including New Orleans, Miami and New York - after transferring cargo brought by big ships from Asia.

Unfair treatment by Panama Ports, such as inventing security reasons to delay American cargo on orders from Beijing, is unlikely even without oversight.

But given the importance to the United States of the operations of Panama Ports, better safe than sorry.

In terms of dialogue, the United States would gain insights into the way Beijing thinks, through a relationship with CK Hutchison, whose annual revenue - equivalent in recent years to nearly a tenth of Hong Kong's total production - makes it important to China.

Meanwhile, its owners and managers have a lot in common with American investors and industrialists.

One of the richest persons in the world, Victor Li is the Chair of CK Hutchison, with operations which include telecom, energy and retail, as well as port management, in China, the United States and Europe.

Two of the company's directors are western - one British and one Canadian.

Of the eight directors, four attended universities in the west, including Columbia, McGill and Stanford.

The collaboration concept could fail for any of several reasons, including Beijing putting pressure on CK Hutchison, which it sees as getting too close to America through joint management of Panama Ports.

In which case - Plan B.

American investors buy Panama Ports, which CK Hutchison will sell outright, rather than getting into a fight with the United States.

Either way, the United States gets the terminal operations, which it wants.

Plus, for the benefit of all Americans, the United States will stop alienating millions of its southern neighbors, by no longer threatening to invade Panama, which it was never going to do, in order to seize a canal, which has never done anything to harm American interests.

Peace, it's wonderful.

* Co-chair of República Media Group of Costa Rica, Fred Blaser is a graduate of the Faculty of Law of the University of Toronto