NOTA DE TANO

Alajuelense se juega la corona en seis partidos

Gaetano Pandolfo gpandolfo@larepublica.net | Sábado 19 octubre, 2019

En Costa Rica es imposible planificar un campeonato mayor de fútbol más justo.

Las diferencias entre los equipos grandes con el resto de la tropa es abismal. Repasen la clasificación actual y noten como los clubes de la zona baja de la tabla, aún no alcanzan los 20 puntos, mientras que los de la zona alta suman 40 y 30 unidades.

Además, en Costa Rica no existen los regionalismos; saprissistas, alajuelenses, un sector grueso de heredianos y los demás se resumen a sus fanáticos locales.

Citemos un solo ejemplo: Universidad recibió el jueves al Alajuelense como local. La gradería estaba repleta de seguidores de la Liga. No hubo “barra” universitaria.

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En España, por ejemplo, el Real Madrid va a Pamplona a medirse con el Osasuna o el Barcelona viaja a Sevilla y los graderíos se llenan de seguidores de los clubes locales. Los fanáticos merengues o catalanes ni viajan porque no consiguen campo.

En Europa existe la regionalización y cada pueblo defiende a su equipo. Aquí no; aquí la inmensa mayoría son manudos o morados, de manera que no se puede planificar un torneo más justo, pues llevaría al descalabro económico.

Entonces, para remitirnos a este torneo Apertura, un equipo como el Alajuelense, demoledor, arrollador, rompe marcas, que le lleva 15 puntos de ventaja al segundo lugar, perfectamente puede perder la posibilidad de campeonizar, si se afloja en la segunda fase, en la que los cuatro clubes que sobrevivan arrancan de cero.

Todo lo bueno de la primera fase, los 14 triunfos, una sola derrota, las 42 anotaciones y los 45 puntos, se pueden tirar a la basura en seis partidos.

Si el Apertura hubiera terminado hoy, las semifinales la jugarían la Liga contra San Carlos y Saprissa frente a Herediano.

Perfectamente los campeones nacionales pueden eliminar al Alajuelense con un par de partidos “incómodos”, como lo hicieron con Herediano en el Clausura.

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Ahora, si el León se come a los Toros, le tocaría medirse con el vencedor de la serie entre morados y florenses, plato difícil de digerir y así se llega al cierre del torneo. Si Alajuelense le gana la serie a San Carlos y al vencedor de Saprissa-Herediano, es el nuevo monarca, de lo contrario debe ir a una última serie por el título, contra quien gane la segunda fase.

O sea que en seis partidos, el Alajuelense expone todo lo bueno que hizo en 22 confrontaciones y perfectamente, como ha sucedido anteriormente con otros equipos, puede quedar eliminado y sin corona.

¡Injusto, pero real!

gpandolfo@larepublica.net

Alajuelense se juega la corona en seis partidos

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