Provocatio – Foco en la Ejecución: El Consumo de Calorías Estratégicas vs. Operativas

¿Qué tiene que ver el valor calórico con la ejecución? Mucho más de lo que parece. Claro, no hablamos de calorías nutricionales, sino de "calorías trascendentales". Permítame explicar.

Independientemente de su rol en una organización, todos los días llega a su puesto de trabajo y se encuentra con un “plato servido” en su escritorio. Este plato representa todo lo que va a demandar su atención ese día. Al final de la jornada, idealmente, no debería quedar nada de lo que contenía ese plato.

Esta analogía tiene dos complicaciones que afectan este consumo calórico: 1) No siempre consumimos las "calorías" correctas y 2) Frecuentemente no terminamos todo lo que tenemos en el plato.

El primer problema radica en un desajuste entre el tipo de "comida" y la función jerárquica. Es común observar que un ejecutivo de alto nivel, incluso un director general, se enfrenta a un plato lleno de calorías operativas y con pocas, si es que hay, calorías estratégicas. Es decir, realizan tareas que deberían delegar a otras personas cuya función sí requiere esas calorías operativas. El resultado es que están consumiendo "migajas operativas", que no contribuyen al crecimiento sostenido de la persona ni a su desarrollo.

El segundo problema es una consecuencia directa del primero. Las calorías operativas, al ser más urgentes, son las que se consumen primero, dejando de lado las estratégicas. Estas últimas se convierten en sobras que, por "indigestión operativa", terminan siendo descartadas. El foco estratégico acaba convirtiéndose en un desecho. ¿Le suena familiar?

Es fundamental que algunas posiciones jerárquicas consuman un 100% de calorías estratégicas, otras un 100% de calorías operativas, y algunas más una mezcla de ambas. La clave está en saber distribuirlas adecuadamente, para que la organización tenga una “alimentación” balanceada que le permita evolucionar y crecer. Sin esta correcta distribución, no hay avance estratégico, y la organización permanece anclada en el presente, en lo conocido y cómodo. No aprende. No trasciende. No ejecuta estrategia.

No me malinterpreten. Esto no es un tema de jerarquías sociales, donde las calorías estratégicas serían exclusivas de una élite, y las operativas son para la clase trabajadora. NO. Ambas "calorías" son igualmente valiosas y nutritivas. La diferencia está en que las calorías estratégicas son mejor digeridas y aprovechadas en posiciones de liderazgo, mientras que las operativas deben estar en las posiciones funcionales. De este modo, toda la organización se vuelve más saludable, con la energía y el enfoque necesarios para crecer.

Y usted, ¿qué tiene en su plato?