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¿Qué pasó con las pensiones?

Carlos Denton cdenton@cidgallup.com | Miércoles 05 marzo, 2025

Cuando se concibieron las pensiones la esperanza de vida era de 55 años y había pocas mujeres en la fuerza laboral. Los fondos de pensiones se establecieron con los ahorros de los trabajadores, que ganaban intereses, y cuando al final dejaba la fuerza laboral se le pusieron a la orden para que por unos pocos años pudiera vivir con alguna comodidad.

Al principio los fondos se fueron acumulando y para ganar intereses se colocaban en préstamos, más que todo de vivienda. Lamentablemente no siempre les fue bien con estos prestamos que en muchos casos se hacían a empleados del Seguro Social, los amigos y en algunos casos como producto de coima. No se puede decir que les fue mal a los administradores, pero tampoco se les fue bien.

Después comenzaron a llegar las solicitudes de pensión de trabajadores y algunos políticos se les ocurrió cambiar la idea de que dependía lo que eran los ahorros del pensionado que determinaba cuanto era el monto mensual, si no que tenía que ver con el último salario que ganó el que ahora dejaba de trabajar. Con esta acción se logró el primer paso a la eventual insolvencia del sistema. Ya la pensión no dependía del ahorro del trabajador si no de sus últimos salarios. De una vez se estableció el principio que el pensionado recibiría en muchos casos significativamente más de pensión de cualquier dinero que él o ella aportó al sistema.

La única manera de cubrir esa brecha fue aumentando la contribución y ampliando la cobertura.

Los errores se multiplicaron cuando a ciertos grupos significativos en números se les permitía pensionarse después de 20 o 25 años (especialmente educadores). Para ellos diez meses era el equivalente de un año. Entonces alguien que trabajó 30 años como educador (360 meses) lo contaban como 36 años de laborar.

Después ocurrió un fenómeno inesperado por los expertos. La gente vivía cada vez más. Actualmente la esperanza de vida subió a 81 años (83 para mujeres que ya entraron en números grandes a la fuerza laboral). No era excepcional encontrar un docente que comenzó a los 22 años y que se pensionara a los 52. Después pudiera pasar 30 años o más recibiendo una pensión.

Al haber ganado muy poco relativo antes del colapso del colón en 1980 el monto de la pensión acumulado pudiera ser 100 veces más de cualquier dinero que le retuvieron durante su carrera.

Sin entrar en el tema de las “pensiones de lujo” la verdad es que en desesperación los administradores quieren subir la edad de elegibilidad a 70 años. Lo malo es que no será suficiente – servirá para aliviar a la presión actual, pero en 10 o 15 años más no dará la talla. La razón es que ahora las familias no tienen tantos chiquitos. Hay cada vez menos pagando ahorros y más solicitando su pensión.

Los sindicatos se oponen al alza en la edad de la pensión. El argumento es que quitando las pensiones de lujo habrá plata. ¡Tal vez!

¿Qué pasó con las pensiones?

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