Diputados pueden aprobar todavía una agenda de proyectos sustanciosa, pero no quieren por cálculo electoral, según diputada
Pilar Cisneros: “Esta es una de las peores asambleas legislativas de las que se tenga memoria”
Actual congreso está contaminado por “triquiñuelas, componendas, obstruccionismo, revanchismo y cambalaches políticos”
Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Lunes 05 mayo, 2025

A un año de dejar el cargo, Pilar Cisneros, jefa de fracción del partido oficialista Progreso Social, admite su frustración por el trabajo del Congreso en los primeros tres años.
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En un balance crítico y sin reservas, Cisneros lanzó un duro señalamiento contra la actual Asamblea Legislativa, a la que calificó como “una de las peores de las que se tenga memoria”.
“Admito mi frustración por ser parte de una de las peores asambleas legislativas de las que se tenga memoria”, expresó Cisneros, dejando en claro que, más allá del debate sobre la justicia de tal valoración, existe —según ella— un consenso ciudadano que condena la labor parlamentaria.
“Las encuestas lo confirman: repudian a un congreso vagabundo, politiquero, que no trabaja para las mayorías más necesitadas de este país”, agregó.
La diputada también subrayó que la cuenta regresiva ya comenzó y que, en exactamente un año, “ninguno de los diputados actuales estará en el nuevo congreso”.
Con la mirada puesta en el futuro, manifestó su esperanza de que la próxima legislatura esté compuesta por parlamentarios con “actitud patriótica”, en contraste con lo que describió como la actual mayoría, dominada por intereses mezquinos y partidistas.
Transformación
En un tono combativo, Cisneros destacó que Costa Rica atraviesa los primeros pasos de una “profunda transformación” bajo la administración de Rodrigo Chaves Robles.
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Según la legisladora, el principal legado de este gobierno será haber despertado a un pueblo que, por años, permaneció resignado ante una élite que controla las instituciones para su propio beneficio.
“No hay peor ciego que el que no quiere ver la realidad”, sentenció.
La jefa de fracción no escatimó en denunciar lo que considera prácticas corruptas dentro del Parlamento, al que acusó de estar contaminado por “triquiñuelas, componendas, obstruccionismo, revanchismo y cambalaches políticos”.
Según Cisneros, esta dinámica ha alimentado la indignación popular y ha intoxicado la gestión pública.
A pesar del panorama adverso que describió, la diputada insistió en que el Congreso aún tiene en sus manos el poder de impulsar proyectos significativos.
Entre ellos mencionó las jornadas laborales flexibles, la marina de Limón y la educación dual, iniciativas que, según afirmó, podrían generar miles de empleos.
También urgió acciones concretas para detener el saqueo del oro en Crucitas, recortar las pensiones de lujo y avanzar en una reforma del Estado que garantice mayor eficiencia y mejor atención a la ciudadanía.
En materia de seguridad, Cisneros hizo un llamado a endurecer las penas contra los sicarios y delincuentes, y a otorgar al Poder Judicial las herramientas necesarias para frenar la criminalidad que, según advirtió, siembra “muerte y miedo” en las calles del país.
Además, propuso reformar la Constitución para permitir la extradición de nacionales involucrados en delitos graves.