El Puma hirió de gravedad al León

¡Demasiado respeto, por no decir temor, frente a un rival en crisis, con cuatro derrotas seguidas y sin tres de sus figuras estelares!

Alajuelense se presentó en la Ciudad Universitaria a enfrentar a Pumas, tácticamente dispuesto a sostener un 0-0 y buscar un “golcito” en alguna acción de contraataque o “bola muerta”.

Alexandre Guimarães se habrá imaginado el juego deseado, aquel donde jugadores en posiciones claves, se lancen a la ofensiva a acompañar al delantero en punta. Sin embargo, ese partido ideal no se presentó en el césped sede de Los Pumas.

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Paró en la cancha un rígido 5-4-1, con nula elasticidad, porque los defensas laterales Carlos Martínez y sobre todo Bryan Oviedo no pasaron a la ofensiva y la pareja de ¿volantes por afuera, Anderson Canhoto y Jeison Lucumi, obligados a asociarse con Alberto Toril para atacar con ventaja numérica, no lo lograron, no lo hicieron.

Cada vez que Larry Angulo o Celso Borges recuperaban el balón, miraban hacia adelante y solo observaban a un compañero (Toril), atrapado en solitario por tres defensores rivales.

Con 10 jugadores en posiciones defensivas, línea de 5 horizontal y en la cintura línea de 4 también horizontal, sin desdobles, sin creación, sin asociación, Alajuelense firmó como prioridad sostener el 0-0, frente a un equipo que apenas empieza a rearmar su técnico debutante Efraín Juárez y que acusó ausencias de figuras estelares como el español Rubén Duarte y la pareja de defensores centrales, Nathan Silva (Brasil) y Lisandro Magallán (Argentina).

A los Pumas les bastó un filtro genial del arquitecto canalero Adalberto Carrasquilla, que tanto daño nos hace con la selección de Panamá, para abrir la gotera en medio de la confusión del portero Washington Ortega y sus defensores en el minuto 38 y al 73, acción de tiro libre y de nuevo Carrasquilla le pone como con la mano el balón en la cabeza del veterano Rogelio Funes Mori, quien anota después de una sequía goleadora que a punto estuvo de sacarlo del equipo.

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A media máquina, sin mucho esfuerzo, un equipo en crisis como Pumas, derrotó a un Alajuelense que sumó su tercer partido seguido sin meter un gol, estadística traumática y preocupante, si agregamos qué en los últimos diez partidos, los manudos solo han logrado cinco goles.

Guimaraes afirmó que en La Catedral se podrá revertir el resultado. Bueno, con estos antecedentes estadísticos del León, es bien difícil creerlo.

gpandolfo@larepublica.net