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¿Cuál es el nombre del juego?

Nuria Marín nmarin@alvarezymarin.com | Lunes 27 julio, 2009

Creciendo junt@s
¿Cuál es el nombre del juego?

El participar en la actividad exportadora, brinda entre otras ventajas, la oportunidad de conocer otras culturas y aprender lo bueno (y lo malo) de otros países y empresas proveedoras de bienes o servicios.
En el arte del servicio comparto mi reciente experiencia con una empresa de transporte marítimo entre las ciudades de Copenhague y Oslo. Se trató de un viaje relativamente corto, de menos de 24 horas, sin embargo se trató de una experiencia rica en lecciones de eficiencia y excelencia.
Mi primer contacto fue la contratación por Internet, cuyo primer paso lógico es una sencilla y gráfica opción de cambio de lenguaje indispensable para la gran mayoría, quienes como yo, desconocen el idioma local. Esto que parece evidente, no lo es tanto, es sorprendente la cantidad de empresas que fallan en este pequeño detalle.
En menos de cinco minutos contraté no solo el tiquete, tipo de habitación, locación en el barco, definición de comidas y bebidas y su hora de consumo, al igual que descarté el uso de transporte al hotel y una amplia variedad de tours. El sistema resultaba tan amigable que invitaba al consumo, palabra mágica para cualquier proveedor.
Esta breve pero reveladora experiencia anticipaba lo que sería una travesía rica en lecciones de servicio y de excelente manejo logístico. Se trataba de satisfacer a una exigente clientela nacional e internacional, de amplia variedad en gustos, edades y necesidades.
Para lograrlo, la simplicidad de procesos fue sorprendente. Un ejemplo, la boleta de abordaje, gracias a su cinta magnética, fungía a la vez como llave de habitación, comprobante de reservas y de prepagos en línea.
Gracias a la tecnología y una excelente organización, cientos de personas, vehículos y tonelaje de carga fuimos embarcados y desembarcados en pocos minutos, y las comidas y servicios ofrecidos en tiempo con los mejores estándares de calidad. Esta es además una experiencia que replican una y otra vez de manera diaria.
En mucho me recordó la experiencia de los parques Walt Disney los cuales además de su liderazgo en el mundo recreativo pocos se les comparan en términos de innovación, mejoramiento continuo y magistral manejo de multitudes.
En un mundo altamente competitivo en el que debemos lidiar con los estragos de la crisis, sobreviven solamente aquellos con capacidad de adaptarse al cambio y sobresalir como la mejor opción en su negocio o actividad.
El valernos de la tecnología de punta, teniendo en mente la simplicidad y confiabilidad en los procesos y el brindar los bienes y servicios con la máxima calidad a precios competitivos son la mejor herramienta para el éxito. Hoy como ayer, ese es el nombre del juego.

¿Cuál es el nombre del juego?

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