Logo La República

Domingo, 30 de marzo de 2025



COLUMNISTAS


Auto eléctrico dos años después

Carlos Denton cdenton@cidgallup.com | Miércoles 26 marzo, 2025


Estoy muy satisfecho con el auto eléctrico que he operado en las calles y carreteras del país por un poco más de dos años. Nunca me ha faltado energía, pero tampoco lo he llevado a lugar tan lejano (Guanacaste, Zona Sur) donde no era posible hacer la ida y vuelta de manera autónoma. No he gastado nada en mantenimiento – ni para piezas- y en promedio el costo de la energía usada es de 800 colones semanales. Es sumamente económico; aunque cuesta un poco más la adquisición, se recupera

Descubrí cuando comencé a manejar el vehículo que era capaz de acelerar de manera superior a todos los vehículos de combustible incluyendo los de la Daytona 500. Al no tener marchas, ni otras características de un motor de combustible, uno despega de 1 a 80 en cuestión de segundos. Al ser centrado el peso es muy estable. Una limitación es el radio de acción; es más difícil estacionar porque no puede dar vuelta a derecha o izquierda igual a algunos de combustible. Al tener la batería grande como plataforma, no hay tanto espacio para permitir las llantas moverse.

Otra limitación es que hace muy poco ruido y los transeúntes e incluso otros vehículos no se dan cuenta que el auto eléctrico está asomándose.

El gran defecto de estos vehículos es de que, si andan en carretera de viaje, a la frontera sur por ejemplo, habrá que recargarlo para regresar. Ese proceso con carga de 220 se puede realizar en unas cuatro horas. Se puede recargar con 440 en 25 minutos, pero aparentemente realizar este proceso con alguna frecuencia, limita significativamente la vida útil de la batería. La batería de mi auto es de ocho años.

Confieso que no pienso mucho en el hecho de que al usar este vehículo no estoy echando contaminantes al aire; estoy haciendo mi parte de combatir el cambio climático. Pero cuando de vez en cuando pasa por mi cabeza ese hecho, si me permito auto felicitarme por esa razón. Conozco los argumentos de que el proceso de la fabricación de las baterías si causa daños al ambiente y los respeto. Más preocupante es lo que será la disposición de la batería cuando ya no sirve. Espero que cuando llega ese momento algún emprendedor habrá aprendido como incorporar los restos de la batería en un aparato nuevo y útil o habrá descubierto una manera de procesarla para que pueda ir a cualquier botadero con el resto de los artículos sin causar gran problema.

Ya el gobierno va reduciendo los beneficios tributarios que conlleva tener este tipo de vehículo. La emergencia permanente del déficit fiscal es tan fuerte que no pudo sostener las rebajas en el impuesto al ruedo por más de unos pocos años. Ojalá que de beneficios a los operadores de autobuses para que pasen a electricidad– igual los camiones grandes de carga. Queremos una Costa Rica bonita para los nietos; que la gran mayoría esté en transporte eléctrico ayuda a obtenerla.

NOTAS ANTERIORES


Vamos a venderlo todo

Viernes 28 marzo, 2025

El título del artículo de hoy está tomado de un perfil de LinkedIN de una persona líder del área comercial de una empresa. Sin duda alguna es un lema motivador







© 2025 Republica Media Group todos los derechos reservados.